Mónica Lalanda: ejercer la medicina a través de la comunicación

 



Mónica Lalanda Sanmiguel es médico de urgencias, comunicadora e ilustradora. Utiliza el dibujo como su forma de expresión. Y entiende la comunicación médica como otra forma de ejercer la medicina. Es coordinadora de Medicina Gráfica, autora de cómics y publica sus viñetas en varios medios de comunicación. En esta entrevista reflexiona sobre la divulgación médica desde su experiencia profesional.

 

Mónica Lalanda se licenció en Medicina en la Universidad de Valladolid y se formó como médico de urgencias en el Sistema Nacional de Salud de Inglaterra, donde trabajó durante dieciséis años. Allí se inició en el área de la comunicación, y se diplomó en Cartoon Drawing en el London Art College. En 2008 volvió a España para ejercer como médico de urgencias en el sistema público. En 2017 colgó el fonendo y desde entonces se dedica de forma exclusiva a la comunicación médica.


"Pasar de la medicina asistencial a la medicina de la comunicación ha supuesto una subida de mi nivel de satisfacción"


Ha colaborado con varios medios de comunicación. Y en la actualidad, publica una viñeta semanal en Acta Sanitaria, y de forma regular en la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid AMYTS

Además, ha sido coautora de un cómic sobre la menopausia dentro de las series de Graphic Medicine, Menopause: a comic treatment, considerada como una de las 20 mejores Novelas Gráficas de 2020 por el New York Times, y ganadora de dos premios Eisner en 2021.



Tiene un interés especial por la Ética Médica y la Bioética.  Es experta en Ética Médica por la OMC y el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Y tiene un máster Interuniversitario en Bioética y Bioderecho por las Universidades de La Laguna y Zaragoza, y otro en Ética Médica por la OMC. A este respecto, en 2016 publicó su cómic Con-Ciencia Médica, en el que plantea cómo sería la medicina si la practicáramos con ciencia, pero sin conciencia.


"Tras un periplo en solitario en el que publiqué mi propio cómic, fui consciente del impresionante potencial de esta herramienta"


Es coordinadora de MedicinaGráfica, @GráficaMedicina, inspirada en el movimiento internacional Graphic Medicine, iniciado por el médico británico y autor de cómics Ian Williams y la enfermera estadounidense  Mk Czerwiec, que cuenta con su propio manifiesto. Esta corriente utiliza el cómic, la novela gráfica, la ilustración y la infografía como herramientas de comunicación sanitaria.



Escribe dos blogs, Médico a cuadros y monicalalanda.com (dedicado a su faceta como ilustradora). Además, desarrolla una gran actividad en las redes sociales, sobre todo en Twitter @mlalanda, donde cuenta con más de cuarenta mil seguidores. También en Instagram, Facebook y Linkedin.


En esta entrevista reflexiona sobre la comunicación médica, su experiencia profesional y el movimiento Medicina Gráfica.

 

¿Por qué decidiste dedicarte a la divulgación médica?

Realmente no me dedico a la divulgación médica, sino que hago medicina a través de la comunicación. Entiendo que el divulgador busca "traducir" conceptos científicos a términos comprensibles, con el objeto de transmitir información. Mi objetivo es seguir mejorando la salud de la gente, haciéndole llegar información a modo de educación sanitaria.

También reconvierto artículos médicos a formatos más amables, hago activismo social y socio-sanitario, y tengo especial interés en difundir conceptos de ética médica y de humanismo. 


"La comunicación médica es mi manera de ejercer la medicina"


¿Cómo te iniciaste en el mundo de la comunicación?

Llevo muchos años en comunicación sanitaria en diferentes formas, combinándolo con mi faceta asistencial. Para un médico, la comunicación es una pata importante de su trabajo, tanto para comunicarse con pacientes y colegas, como para hacer educación sanitaria. Quizás mi peculiaridad es utilizar la viñeta, la infografía y el cómic para ello.

 Aunque llevo muchos años dibujando para medios de manera pública, me centré en el área de la Ética médica como parte de un recorrido de madurez personal y profesional, haciendo un máster en Ética Médica. Me parecía que faltaba material que fuera fácil de acometer, comprensible, amable, práctico…, así que decidí crearlo. Después, el burnout laboral como médico "al uso" me llevó a dedicarme en exclusiva.

 

¿Cómo te implicaste en el movimiento Medicina Gráfica? ¿Qué intenta este movimiento y cuáles son vuestros proyectos?

Supe de la existencia del movimiento Graphic Medicine en mi búsqueda de nuevos médicos de comunicación y me fascinó. Tras un periplo en solitario en el que publiqué mi propio cómic, Con-Ciencia Médica, fui consciente del impresionante potencial de esta herramienta. Así que decidí formar equipo y en 2017 nació Medicina Gráfica.

Somos once profesionales sanitarios volcados generosamente en desarrollar esta área. Estamos pendientes de todo lo que se publica en español, lo analizamos y si encontramos que puede ser de utilidad a profesionales o a pacientes, lo visibilizamos y explicamos el porqué. Tenemos una página web con reseñas semanales y redes sociales muy activas. Hemos llevado a cabo dos congresos nacionales y ahora nos hemos embarcado en un Máster de Medicina Gráfica, que ya va por su segunda edición (Máster en Medicina Gráfica de la Universidad Internacional de Andalucía).


¿Qué te aporta personal y profesionalmente la comunicación médica?

Para mí, la comunicación médica es mi manera de ejercer la medicina. Tras más de dos décadas tratando pacientes, cambié el fonendo por la pinturilla. Ahora llego a más pacientes directamente o a través de mis colegas. 

Es muy gratificante, me encanta aportar algo que es poco frecuente y que ayuda, y finalmente es mi forma de ganarme la vida. Pasar de la medicina asistencial a la medicina de la comunicación ha supuesto una subida de mi nivel de satisfacción.


¿Cómo ves la situación de la divulgación médica en España en comparación con otros países como Inglaterra?

Me preocupa. Creo que hay muchos "personajes" que aparentan divulgación científica, pero realmente son "voceros" de algún tipo de industria. En este momento soy escéptica con algunas de las grandes voces de la divulgación y muy admiradora de otras. En algunos casos no tienen suficientes conocimientos para ello, simplemente han creado personajes llamativos o polémicos para divulgar. Me preocupa que se pierda esa parte noble de la divulgación de hablar de aquello en lo que uno, por su formación y sobre todo por su experiencia, es experto. Se pueda caer en poner más peso en la forma de divulgar que en el contenido. 

Respecto a la comparación, lo primero que llama la atención es que el término "divulgador científico" no tiene una traducción buena al inglés. Algo interesante, sobre lo que podríamos reflexionar. Quizá el término en sí mismo es excesivamente vago y eso crea problemas. 


"Me preocupa que se pierda esa parte noble de la divulgación de hablar de aquello en lo que uno es experto. Se pueda caer en poner más peso en la forma de divulgar que en el contenido"


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