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¿Por qué tenemos la impresión de estar despiertos cuando estamos dormidos? ¿Cómo es el sueño reparador? ¿Por qué unas veces nos acordamos de lo que estábamos soñando y otras no? ¿Cuándo soñamos? ¿Cuántas horas de sueño necesitamos? Las respuestas a estas preguntas dependen de las fases y los patrones del sueño.
¿Qué es el sueño?
El
sueño es «el estado fisiológico y reversible, de desconexión parcial y temporal
del entorno, con aumento del umbral de respuesta a los estímulos externos, que
ocurre, normalmente, de acuerdo con un ritmo biológico circadiano». Nos permite
reponernos física y mentalmente. Se divide en dos: el sueño no REM (rapid eye movement) o no MOR (movimiento
ocular rápido), que abarca tres fases (N1, N2 y N3); y el sueño REM o MOR.
Estudios del sueño
La polisomnografía
es la prueba de referencia para el estudio del sueño y sus fases. Registra varios
parámetros neurofisiológicos y cardiorrespiratorios durante el sueño, de forma
continua.
Neurofisiológicos (permiten codificar las fases del sueño y detectar
microdespertares) |
Electroencefalograma (EEG) |
Actividad cerebral |
Electrooculograma (EOG) |
Movimiento de los ojos |
|
Electromiograma (EMG) mentoniano |
Actividad muscular |
Cardiorrespiratorios (permiten detectar los eventos respiratorios
durante el sueño) (1) |
Electrocardiograma (ECG) o frecuencia cardiaca
(FC) |
Actividad cardiaca. |
Flujo aéreo (nasal o nasobucal) |
Sensores térmicos (termistor, termopar), de presión
(cánula nasal), de flujo y volumen (neumotacógrafo). |
|
Esfuerzo respiratorio (toracoabdominal) |
Movimientos toracoabdominales (bandas
piezoeléctricas o neumáticas, pletismografía respiratoria inductiva). Para diferenciar eventos respiratorios obstructivos,
mixtos o centrales. |
|
Oximetría |
Mide la saturación de O2 por
pulsioximetría. |
|
Opcionales |
Posición corporal |
Para relacionar los eventos respiratorios con la
posición. |
EMG tibiales o flexor/extensor de los dedos |
Para detectar movimientos anormales de las piernas
(2). |
|
EMG de los maseteros |
Para detectar el bruxismo. |
|
Ronquido |
Sensor acústico, piezoeléctrico, de presión nasal. |
|
Capnografía |
Presión de CO2 (pCO2)
transcutánea o end-tidal CO2
(CO2 espirado, cánula nasal). Para detectar hipoventilación. |
(1) Eventos respiratorios: apnea, hipopnea, esfuerzo
respiratorio asociado a microdespertar (ERAM), respiración de Cheyne‑Stokes,
hipoventilación.
(2) Movimientos periódicos de las piernas (PLM).
Contamos
con otras pruebas menos complejas —no incluyen los parámetros neurofisiológicos—
que pueden realizarse de forma ambulante: la poligrafía (al menos tres
sensores, flujo aéreo, esfuerzo respiratorio y oximetría), indicada para el
diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño con alta sospecha clínica; los
estudios mono- o bicanal, no están recomendados; la actimetría o actigrafía
mide la actividad del paciente mediante un sensor en la muñeca dominante, puede
ser útil en el estudio de los trastornos circadianos, el insomnio, el síndrome
del sueño insuficiente y la hipersomnolencia.
Por
tanto, solo la polisomnografía, mediante los sensores neurofisiólogicos, nos
permite determinar las fases del sueño. Para ello, se realiza una lectura completa
del registro nocturno dividido en periodos de 30 segundos o épocas, a las que
se les asigna una fase según sus características (estadificación).
Fases del sueño
Vigilia (W, wake)
Estamos
completamente despiertos, con movimientos oculares en respuesta a estímulos
externos, parpadeo y movimientos musculares voluntarios.
En
el registro (EEG, EOG, EMG): ritmo
alfa, movimiento ocular y tono muscular aumentados.
Ø Fase 1 (N1), sueño superficial o adormecimiento
Fase de
transición entre la vigilia y el sueño. A pesar de estar dormidos, todavía podemos
percibir los estímulos externos y es fácil despertarse. Aunque los demás nos
digan que estábamos durmiendo, podríamos jurar que estábamos despiertos y nos
estábamos enterando de todo.
En el registro (EEG, EOG, EMG): ondas theta de baja amplitud y frecuencia mixta, ondas de vertex (respuesta a estímulos externos); movimiento lento de los ojos; se mantiene el tono muscular.
Ø Fase 2 (N2), sueño superficial
Hay mayor
desconexión del medio. Disminuye el tono muscular. La respiración y la
frecuencia cardiaca son irregulares, pero menos que en N1.
En el registro (EEG, EOG, EMG): complejos K (respuesta a estímulos externos, sobre todo acústicos) y husos de sueño o spindles; no hay movimientos oculares; se mantiene el tono muscular.
Ø Fase 3 (N3) sueño lento o profundo (la N4 se integra dentro de N3)
Es muy difícil que nos despierten. Se produce una relajación muscular, aunque persisten los movimientos involuntarios. La respiración es regular y profunda. La frecuencia cardiaca también se vuelve más regular y disminuye. La tensión arterial desciende. Es la fase más reparadora físicamente, la responsable del descanso.
Registros (EEG, EOG, EMG): ondas lentas de gran amplitud u ondas delta (> 20 % de la época); no hay movimiento ocular; disminución del tono muscular.
Sueño REM o paradójico
Si nos despiertan, nos acordamos de qué estábamos soñando.
Hay una atonía muscular casi generalizada, excepto por el movimiento rápido de los ojos y el diafragma que mantiene la respiración. Sin embargo, hay una gran actividad cerebral (sueño paradójico), similar a la vigilia o a N1. Es la fase en la que se sueña*. El sueño REM es necesario para mantener las funciones neurocognitivas (memoria, atención, ánimo, comportamiento).
La respiración y la frecuencia cardiaca son muy irregulares y la presión arterial muy variable (puede aumentar en picos); lo que favorece la aparición de problemas respiratorios y cardiovasculares durante la segunda mitad de la noche (predominio del sueño REM).
Registro (EEG, EOG, EMG): ritmo de frecuencia mixta y baja amplitud (similar a la vigilia y N1), ondas en dientes de sierra; movimientosoculares rápidos simultáneos de ambos ojos (no siempre están presentes); ausencia o muy baja amplitud del tono muscular.
* En el sueño NREM también pueden aparecer ensoñaciones, pero de forma discontinua, como imágenes fragmentadas. En la fase REM, los sueños son más complejos y vívidos. Si nos despertamos durante la fase REM, en el 95 % de las ocasiones recordaremos estar soñando; mientras que si nos despertamos en NREM, solo en un 5-10 %. Las pesadillas ocurren en el sueño REM y el sonambulismo y los terrores nocturnos en el NREM.
Arquitectura del sueño según la edad
La distribución de las fases del sueño a lo largo de la noche varía con la edad. Se puede representar gráficamente con un hipnograma.
Adultos
El sueño normal del adulto se compone de 4-5 ciclos de sueño NREM/REM, con una duración de 70-120 minutos cada uno. Los ciclos no siguen un orden N1-N2-N3-REM. Hay un cambio continuo de estadio. Se inicia con el sueño superficial N1 y N2. El sueño profundo N3, al que se llega desde las fases N1 y N2, aparece principalmente en la primera mitad de la noche. El sueño REM aumenta a partir de la segunda mitad, se accede a él desde una fase N1 o N2, pero no desde N3.
En los adultos predomina el sueño NREM (75 %) (N1 2-5 %, N2 45-50 %, N3 20‑25 %) sobre el REM (20-25 %), con un 5 % de vigilia intrasueño.
Para que estemos alertas y descansados durante el día, se necesita al menos un 80 % de eficiencia del sueño (el porcentaje de tiempo que estamos dormidos, en relación con el tiempo total que pasamos en la cama); al menos 6 horas de sueño real. Cuando existe un sueño fragmentado con abundantes microdespertares, por un trastorno del sueño o por factores ambientales, hay una alteración de la arquitectura a expensas de una reducción del sueño profundo N3 y del sueño REM. Esto da lugar a una excesiva somnolencia diurna.
Niños
luzbarnard84
El recién nacido pasa gran parte del día durmiendo, unas 16-17 horas con interrupciones breves (patrón polifásico). En total, unos 15 ciclos/día con predominio de un sueño similar al REM del adulto (sueño activo). A partir de los 3 meses empieza a mantener un sueño nocturno prolongado. Al año duerme unas 10 horas nocturnas con dos siestas (unas 2,5 horas). Las siestas desaparecen a partir de los 7 años.
El sueño de los niños tiene mayor porcentaje de REM y N3 que el de los adultos. Según van creciendo, disminuye el sueño REM y la arquitectura se parece más a la de los adultos.
Ancianos
ThuyHaBich
Los ancianos presentan un sueño nocturno fragmentado, con dificultad para conciliarlo y mantenerlo de forma prolongada; lo que compensan con pequeñas siestas durante el día. Tienen una gran facilidad para despertarse durante el sueño NREM, con un aumento de los microdespertares en N1 y N2, mientras que los adultos jóvenes se suelen despertar durante el sueño REM. Hay una disminución del sueño profundo N3 en la primera mitad de la noche. Y, aunque el porcentaje de sueño REM está conservado, su distribución varía. Los primeros episodios de REM aparecen más temprano y son más prolongados. Además, se distribuyen de forma más uniforme a lo largo de la noche y no se concentran en la segunda mitad. También entran más rápido en REM durante las siestas.
Patrones de sueño
Siempre hemos escuchado que necesitamos dormir unas 7-8 horas por la noche para estar bien el día siguiente. Sin embargo, no todas las personas precisan el mismo número de horas de sueño ni la misma distribución horaria.
Dormidores cortos: necesitan menos de 7 horas de sueño nocturno, unas 5,5 horas.
Dormidores largos: necesitan 9-10 horas de sueño nocturno. Presentan más sueño REM concentrado al final de la noche.
Dormidores matutinos o alondras: necesitan acostarse y levantarse temprano. Máxima actividad antes del mediodía.
Dormidores vespertinos o mochuelos: necesitan acostarse y levantarse tarde. Máxima actividad por la tarde-noche.
Buenos durmientes: tienen la sensación de haber dormido bien independientemente del número de horas. Tienen más sueño profundo.
Malos durmientes: tienen la sensación de haber dormido mal independientemente del número de horas. Tienen más sueño ligero.
Bibliografía
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Technical Specifications. Darien, IL: American Academy of Sleep Medicine.
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Littner MR, Morgenthaler T, Alessi CA, Bailey D, Coleman J, et al. 2005. “PracticeParameters for the Indications for Polysomnography and Related Procedures: AnUpdate for 2005”. Sleep 28(4): 499-519. doi: 10.1093/sleep/28.4.499.
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