Retos virales y confinamiento #JLo TikTokChallenge

 


En la final de la Super Bowl de 2020, transmitida en directo por la televisión, Shakira y Jennifer López protagonizaron el espectáculo del intermedio. Jennifer López mediante las redes sociales Tik Tok y Twitter, animó a sus fans a imitar parte del baile (Vídeo de YouTube a partir del minuto 9:57), iniciando así un reto que se convirtió en viral bajo la etiqueta #JLoTikTokChallenge, con más de 414 millones de reproducciones en Tik Tok. Personajes populares como la cantante Edurne, la actriz Sara Sálamo o las cantantes y actrices Greeicy y Tini Stoessel subieran sus bailes a Instagram bajo la etiqueta de Tik Tok.

Todos los que participaron en el reto tenían intereses comunes. No solo eran artistas que compartían su profesión y sus raíces culturales; también sus seguidores, bailarines profesionales, grupos de aficionados y personas anónimas que compartían su entusiasmo por el baile o por los retos virales. Se trataría más de una relación de valores que de estatus.

Los participantes perseguirían distintos fines: sensación de pertenencia a un grupo, reconocimiento, visibilidad, diversión… Los fans de Jennifer López y de las otras artistas podrían expresar así su admiración y buscar aprobación o reconocimiento. Otros profesionales podrían conseguir, en cierto modo, promocionarse. Y los grupos de aficionados y las personas anónimas podrían obtener mayor visibilidad o, simplemente, divertirse. Además, hay que añadir un incentivo extra, Jennifer López se comprometía a valorar los vídeos y a publicar el que más le gustara, lo que multiplicaría el efecto que cualquier  vídeo pudiera conseguir en las redes sociales por sí mismo.

El vídeo se colgó inicialmente en Tik Tok, muy adecuada para este formato, y en Twitter, un medio fácil y rápido por el retuiteo. En principio, el mensaje se distribuiría a través de los seguidores de la artista y después entre los contactos de estos; como ondas que se transmitirían también por otras redes como Facebook o Instagram. Además, cada artista que participase en el reto se convertiría en un nuevo epicentro desde el que partirían nuevas ondas por medio de sus propios seguidores. Algunos colgarían directamente sus vídeos en YouTube, plataforma utilizada incluso por los que no tienen perfiles en redes sociales porque se puede consultar habitualmente sin necesidad de tener una cuenta, lo que amplificaría la difusión del desafío.

La final de fútbol americano tuvo lugar en febrero de 2020, cuando estaba comenzando la pandemia de COVID-19, justo antes del confinamiento. Las primeras aportaciones supondrían una respuesta rápida y directa a la emisión del espectáculo y a la publicación del vídeo de Jennifer López en Tik Tok. Sin embargo, el fenómeno se ha mantenido, en mayor o menor medida, hasta la actualidad. Es posible que la situación de confinamiento y las medidas de distanciamiento, que han afectado a las relaciones laborales, personales y sociales, hayan contribuido a prolongarlo. De hecho, durante esta época abundaron iniciativas similares llevadas a cabo por músicos profesionales, agrupaciones, etc. Una muestra clara serían las múltiples versiones que se hicieron de la canción Resistiré del Dúo Dinámico. Es posible que este tipo de retos, además de ser  un entretenimiento,  ayudasen a aliviar la sensación de aislamiento, generando un sentimiento de pertenencia a una comunidad.


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